Hato de San Isidoro de Holguín.
Holguín no nació en el siglo XVIII como parece marcar la conmemoración centrada por la actual semana de la cultura holguinera, en el suceso del otorgamiento del título de Ciudad y cabecera jurisdiccional en enero de 1752. Sus orígenes son más antiguos y se remontan al tiempo del establecimiento del dominio colonial español sobre Cuba.
Con la fundación de la Villa de San Salvador de Bayamo, algunas de las tierras de su costa norte fueron entregadas en calidad de Encomiendas a varios conquistadores. Una de ellas le correspondió a Bartolomé de Bastidias, las que poco después, en fecha no conocida entre 1515 y 1519 las vendió al capitán extremeño García Holguín y a Diego de Lorenzana.
Esa primera Encomienda en las proximidades del posterior emplazamiento de la ciudad, se localizaba en El Yayal, sitio en las orillas del río Pasón, con una comunidad que sufrió un importantísimo proceso transculturador y se mantuvo en el lugar hasta finales del siglo XVI.
Así nació la toponimia Holguín; pero su consolidación definitiva se produjo años después porque en 1520 García Holguín tuvo que marchar a México en el intento de Diego Velásquez de recuperar el control sobre el proceso de conquista del dominio azteca. Y en México García Holguín se mantendrá hasta alrededor de 1535, ocupando diversos cargos en el Cabildo.
Regresado de la Nueva España, García Holguín recuperó sus viejas tierras, hecho legal que debió confirmarle el Cabildo de Bayamo. Armado de la merced, el 4 de abril de 1545 volvió, siguiendo la tradición, al sitio donde existía aún la Encomienda y los indios supervivientes, debieron conformar la fuerza de trabajo principal de la nueva hacienda. Nació así el Hato de San Isidoro de García Holguín, denominado Holguín a secas, con el transcurrir del tiempo.
La fundación del Hato es un acontecimiento de gran importancia para la localidad. Significó la estructuración de la comunidad humana de la zona en los moldes de un enclave económico social dentro de la sociedad colonial en gestación, vinculada a la vida bayamesa. Pero su propia lejanía de la villa del Cauto marcaría sus particularismos y su propia historia de desencuentros con la autoridad de la villa.
Con el Hato se consolidó la forja del proceso de transculturación entre los aborígenes y los españoles, acontecimiento poco estudiado y que es la base del nacimiento de lo holguinero. Todavía en 1775 en la Jurisdicción de Holguín, particularmente en el Egido de la ciudad vivían 153 descendientes de aquellos indios.
El Hato fue el ente luego multiplicado en otras posesiones ganaderas, en el Pueblo, la ciudad y la Jurisdicción, el Municipio, la Región, hasta la actual Provincia.
Con la fundación de la Villa de San Salvador de Bayamo, algunas de las tierras de su costa norte fueron entregadas en calidad de Encomiendas a varios conquistadores. Una de ellas le correspondió a Bartolomé de Bastidias, las que poco después, en fecha no conocida entre 1515 y 1519 las vendió al capitán extremeño García Holguín y a Diego de Lorenzana.
Esa primera Encomienda en las proximidades del posterior emplazamiento de la ciudad, se localizaba en El Yayal, sitio en las orillas del río Pasón, con una comunidad que sufrió un importantísimo proceso transculturador y se mantuvo en el lugar hasta finales del siglo XVI.
Así nació la toponimia Holguín; pero su consolidación definitiva se produjo años después porque en 1520 García Holguín tuvo que marchar a México en el intento de Diego Velásquez de recuperar el control sobre el proceso de conquista del dominio azteca. Y en México García Holguín se mantendrá hasta alrededor de 1535, ocupando diversos cargos en el Cabildo.
Regresado de la Nueva España, García Holguín recuperó sus viejas tierras, hecho legal que debió confirmarle el Cabildo de Bayamo. Armado de la merced, el 4 de abril de 1545 volvió, siguiendo la tradición, al sitio donde existía aún la Encomienda y los indios supervivientes, debieron conformar la fuerza de trabajo principal de la nueva hacienda. Nació así el Hato de San Isidoro de García Holguín, denominado Holguín a secas, con el transcurrir del tiempo.
La fundación del Hato es un acontecimiento de gran importancia para la localidad. Significó la estructuración de la comunidad humana de la zona en los moldes de un enclave económico social dentro de la sociedad colonial en gestación, vinculada a la vida bayamesa. Pero su propia lejanía de la villa del Cauto marcaría sus particularismos y su propia historia de desencuentros con la autoridad de la villa.
Con el Hato se consolidó la forja del proceso de transculturación entre los aborígenes y los españoles, acontecimiento poco estudiado y que es la base del nacimiento de lo holguinero. Todavía en 1775 en la Jurisdicción de Holguín, particularmente en el Egido de la ciudad vivían 153 descendientes de aquellos indios.
El Hato fue el ente luego multiplicado en otras posesiones ganaderas, en el Pueblo, la ciudad y la Jurisdicción, el Municipio, la Región, hasta la actual Provincia.
1 Comments:
Hola José, estoy investigando las familias de Haticos y su genealogía. Por favor contáctame. No puedo encontrar sus libros, sólo referencias. También estoy interesado en aprender acerca de las familias indias después de que el censo de 1775. Gracias.
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