Fidel Castro Ruz
La realidad siempre es más viva que cualquier percepción y los acontecimientos entorno a la dolencia casual, requeridora de tratamiento quirúrgico en Fidel, ha aclarado misterios y definido lugares.
Pocas veces en mi ya cincuentenaria vida he gozado como ahora de la oportunidad de contrastar ¨ sueños ¨ y ¨ realidades. ¨ No piense usted que al decir ¨ sueños, ¨ estaba pensando en las utopías compartidas por los convencidos de un mañana mejor. No, me refería a los creídos en la hora final del ser humano llamado Fidel, el colapso terminal del proyecto socialista, la conversión de Cuba en un reparto tropical de la ciudad de Miami y la reconversión de los iconos patrios en meras postalitas de altares, no carne y sangre aguijoneante de nuestras luchas.
Con sinceridad puedo decir que la alharaca en los campos de la ultraderecha yanqui y mafiosa miamense (los amos y el perro), me han renovado el concepto de que la realidad cubana es única, enriquecedora e indestructible.
Ni el mismo Fidel me imagino pudo pronosticar que su cumpleaños 80 durara más de cien días y originara las condiciones políticas y psicológicas para convertir el onomástico en un acontecimiento inolvidable. Entre el 13 de agosto y el 2 de diciembre próximo, han prevalecido sobre cantos y alabanzas, casi a nivel planetario, el sonido pujante del esfuerzo creador de sus seguidores, primordialmente sus compatriotas volcados al trabajo y la defensa, a la par del ruido primitivo, burdo y falta de cultura de los agoreros y aburridos payasos del norte, anunciando el Apocalipsis y el dominio de la nada en esta Cuba hermosa.
El problema está en la definición del conflicto entre sueños y realidad. El mañana dependerá en verdad de eso y no de aspiraciones sentimentales. Permítaseme plantearle a los agoreros y lacayos algunas preguntas para definición y actitud.
Las sirenas afónicas de la nueva Odisea nos ofrecen anhelantes la libertad y la democracia representativa que ya experimentamos, con un cruel amo dominante vestido de Enmienda Platt y Tratado Permanente, entre 1902 y 1958, como si ya hubiéramos olvidado a sus productos del calibre de Machado, Batista y la colosal corrupción de los famosos auténticos. ¿Y acaso habremos además ignorado que según la vigente ley norteamericana Helms – Burton, promulgada allá para este suelo, antes de que algún día se instale aquí un gobierno cubano, reinará sobre este polvo un Procónsul yanqui, ya por cierto nombrado y asalariado? Es decir, por años no habrá en este caimán ni asomo de un gobierno burgués ni menos aún revolucionario cubanos y sólo flotará otra bandera, la yanqui.
Los amantes de la restauración angelical nos hablan de un modelo de terciopelo donde sin mayores conflictos nos integraremos simpáticamente los legítimos explotadores y los que aquí doblamos cotidianamente el lomo en bien del país y la familia, tras la obligada restitución de todo lo nacionalizado legalmente después del 31 de diciembre de 1958. ¿Qué significa ¨ restituir, ¨ respecto a la vida y futuro de los millones que hoy viven y trabajan en esos espacios?
La Cuba de Fidel originó objetivamente una incontrastable transformación en la distribución de los ingresos. Si en 1953 el 40% más pobre sólo recibía el 6,5% del ingreso nacional; en 1986 este sector con el socialismo absorbía el 26% del mismo. A la vez, en el propio período, la participación del 10% más rico en la apropiación del los mencionados ingresos se redujo del 38,8% al 20,1%. Y algo más inconcebible y fuente del ejemplo cubano frente al capitalismo: el Producto Interno Bruto percápita creció al 3,1% entre 1960 y 1985. Una pregunta sencilla a los agoreros y sus lacayos. ¿Cuál será el destino de la distribución de los ingresos sociales con ustedes?
Y como sin parar hablan de ¨ transición en Cuba, ¨ ahora o mañana, ¿podrían definir con claridad de qué hablan? ¿No es la transición la restauración del capitalismo vestido en estos tiempos de neoliberalismo, es decir el culto salvaje a la ganancia desmedida y a la negación de todo sentimiento humanista? ¿Y es o no cierto que la transición será definida por la conquista sangrienta y el campo de concentración: porque de eso es lo que habla sin muchos rubores el Plan Bush, ese documento pensado y escrito en inglés para nosotros?
No son los sueños de Calderón de la Barca. Son los sueños irracionales de los derrotados del mal. De los especialistas en terrorismo, torturas, mentiras, corrupción, inhumanidad. Los sueños de los viajeros de la barca del fascismo, que no podrán convencernos o engañarnos.
¿Y cuál es la realidad de Fidel? ¿Qué ha significado para mí en mi vida? ¿Qué perspectivas me brinda? Fidel es Patria, soberanía, trabajo honrado, universalidad, decoro, dignidad, humildad, latinoamericanismo, ciencia, justicia, progreso, esfuerzo, sacrificios, humanismo, socialismo.
He llegado a este instante modelado por una nueva realidad de esperanzas que sé nacieron en La Demajagua y sólo posibilitaron Fidel, Raúl y el Partido Comunista de Cuba, los probados garantes de la independencia y la justicia.
El misterio develado ha sido cruel para los enemigos. Temporalmente Fidel no está en el poder ejecutivo y nada ha cambiado a excepción de multiplicar su aliento vivificador en cada cubano de bien. Malas noticias para los agoreros y sus lacayos. Usando el leguaje cubano popular: en este cumpleaños ellos ¨ no cogeran cajitas.¨
En el plano personal yo me quedo, como la inmensa mayoría de este pueblo culto en el espíritu y diestro en las armas, con la causa real de Fidel y Raúl, líderes de la estirpe de los caballeros antiguos, porque ahí sí está la luz de la estrella que ilumina y mata, la estrella amada por José Martí.
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